El diseño de cejas es un arte que puede transformar por completo la expresión del rostro. Una ceja bien definida resalta la mirada y armoniza las facciones, lo que la convierte en un servicio imprescindible en el mundo de la belleza. Si estás interesado en incursionar en esta técnica, aquí te contamos los primeros pasos que debes conocer.
Las cejas enmarcan el rostro y pueden suavizar o endurecer la expresión dependiendo de su forma y grosor. Un buen diseño no solo mejora la apariencia, sino que también ayuda a corregir asimetrías y destacar los rasgos naturales.
Cada persona tiene una forma de rostro distinta, por lo que el diseño de cejas debe adaptarse a sus proporciones y estructura ósea. Los tipos de rostro más comunes son ovalado, redondo, cuadrado, corazón y alargado, y cada uno requiere un enfoque diferente para lograr equilibrio.
Un aspecto clave es determinar los puntos de inicio, arco y final de la ceja. Esto se hace utilizando técnicas de medición con hilo, lápiz o herramientas especializadas para asegurar una simetría perfecta.
Existen varias técnicas para dar forma a las cejas, como la cera, el hilo o la pinza. Cada una tiene sus ventajas dependiendo del tipo de piel y del resultado deseado.
Para potenciar el diseño, muchas personas optan por técnicas de maquillaje semipermanente como la micropigmentación o el microblading. También se pueden usar productos como lápices, sombras y geles fijadores para dar un acabado más definido.
Un diseño de cejas requiere mantenimiento regular para conservar la forma y evitar que los vellos crezcan de manera desordenada. Además, es importante educar al cliente sobre los cuidados posteriores para prolongar los resultados.
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